El iris es la parte colorida del ojo y es tan individual como una huella dactilar. El llamado iris o "apertura de color" del ojo puede aparecer en muchos tonos de gris, verde, azul o marrón debido a una distribución individual de los pigmentos.
Independientemente de su color, el iris regula la incidencia de la luz en el ojo mediante dos músculos. Puede contraerse o dilatarse en función de las condiciones de luz. Funciona como el iris de una cámara fotográfica: regula la luz que entra en la pupila, la apertura del ojo.
El 90% de las personas de todo el mundo tienen los ojos marrones. Junto con el gris y el azul, el verde es el color de ojos más raro, con sólo un 2%. El color del iris está determinado genéticamente: la predisposición a los ojos marrones es la más dominante. Así, la mayoría de las personas tienen ojos marrones, aunque los bebés suelen nacer con ojos azules.